Un
proceso educativo, para ser eficiente, no puede limitarse a que los estudiantes simplemente memoricen unos cuantos conceptos teóricos con la presunción de que luego serán capaces de aplicarlos en la práctica, ya cuando salgan de las aulas al mundo real. Un proceso educativo verdaderamente comprometido y responsable va mucho más allá, hacia una meta holística, en la que lo que se busca es que los estudiantes adquieran la
competencia, es decir, la idoneidad que necesitarán para poder desarrollar una determinada actividad científica o
laboral, donde quiera que ésta les sea requerida. Si el objetivo de la educación no se limita a alcanzar unos estándares teóricos solamente sino, por encima de todo, llegar a completar unos estándares concretos, reales, prácticos, la única manera de lograr que los estudiantes aprendan a hacer lo que necesitarán hacer, es que lo “aprendan haciendo”, a
través de la pedagogía del error deliberadamente permitido y aún cuidadosamente provocado por el educador (a modo del método socrático), desde luego con la certeza de que éste siempre será oportunamente
puesto en evidencia por el educador, a fin de que los propios estudiantes lo puedan enmendar, y de ese modo se vean estimulados, de alguna manera y en el buen sentido de la palabra obligados, a buscar por sí mismos no solamente los conocimientos teóricos que serán el fundamento científico de la actividad a desarrollarse y la base para más adelante descubrir otros más avanzados,
sino también las habilidades, destrezas, actitudes y comportamientos necesarios para poner en práctica lo aprendido y actuar así positivamente sobre el entorno, cambiando lo que se tenga que cambiar para lograr que la vida y la parcela del mundo en la que se vive sean mejores
En los tiempos actuales, que se viven a una velocidad vertiginosa, la posibilidad de estudiar utilizando una modalidad presencial apegada a un estricto horario regular es cada vez más limitada, más aún si se trata de estudiantes que a la vez trabajan. Por lo mismo, la opción de la educación virtual, en la que las tareas se cumplen asincrónicamente, en los espacios que los estudiantes logran hacer en sus vidas, es cada vez más demandada. Pero la educación virtual tiene varios requerimientos, que son a la vez unos desafíos: a) que los docentes y los estudiantes dispongan y utilicen con la destreza suficiente los instrumentos tecnológicos que hagan posible su acceso a la comunicación virtual; b) que se genere una ligadura afectiva entre los estudiantes, entre ellos y los docentes, para generar un compromiso de apoyo mutuo durante el proceso de aprendizaje, lo que no es sencillo porque en el espacio virtual no existe el contacto físico, incluyendo el lenguaje gestual, al que estamos habituados para llegar a experimentar simpatía por las personas; c) que se establezca un compromiso de los estudiantes y de los docentes con las actividades educativas virtuales, indispensable para que las tareas se ejecuten con libertad pero sin perder la disciplina necesaria para no caer en la desorganización y el caos; d) que los estudiantes se sientan realmente identificados con el proceso educativo virtual, que lo vean como algo propio de ellos, como una parte de su proceso vital mientras dure, y como un grato recuerdo después
La Metodología PACIE es un modelo pedagógico aplicado a la educación virtual que permite superar estos desafíos. PACIE es un acrónimo integrado por las letras: P de Presencia, A de Alcance, C de Capacitación, I de interacción y E de E-learning
La Presencia se refiere al carácter, a la personalidad del Aula Virtual, expresada a través de su diseño (colores, rótulos, imágenes, mensajes, etc.). Demás está decir que refleja la personalidad y estilo de los educadores. Si se construye cuidadosamente la intención es de que los estudiantes la reconozcan como el sello distintivo, como la marca del Aula Virtual, y si es lo suficientemente atractiva, la adopten como parte de su propia identidad, estableciéndose un compromiso con el Aula (a modo de la ligadura afectiva que se genera entre un hincha y el uniforme de su equipo favorito)
El Alcance se refiere a la delimitación clara, precisa, detallada, de los objetivos a cumplirse en cada fase del proceso, de las actividades a desarrollarse en ese período, de los tiempos asignados, de la forma como se evaluará su ejecución. Al evitar la ambigüedad e imprecisión, evitará la desconfianza y la desmotivación de los estudiantes
La Capacitación es fundamental. Se refiere a la capacitación de los docentes para cumplir los desafíos del proceso educativo en general, así como los específicamente planteados por cada grupo en particular, y no solamente en lo que se refiere al empleo de los recursos pedagógicos y tecnológicos; incluye la capacidad de liderazgo, de identificación y manejo de conflictos, de generar empatía con el grupo y con cada estudiante en particular, de identificar sus particularidades y darles la atención personalizada necesaria para que todos alcancen las metas
La Interacción es, a mi modo de ver las cosas, el punto más crítico en la educación virtual. Si los docentes no propician las actividades grupales que hagan posible que los estudiantes se conozcan y apoyen entre ellos, así como que terminen teniendo una relación humana con los docentes, no será factible que se generen los lazos afectivos que permitirán que los conocimientos (teóricos y prácticos) que se consigan se integren en su memoria de largo plazo, lo que marcará la diferencia entre simplemente aprobar un curso o disponer de por vida la experticia en un determinado tema
Finalmente el E-learning se refiere la capacidad de hacer un uso apropiado, justo, ni escaso ni excesivo, lo suficientemente variado, de los recursos tecnológicos para la comunicación, evitando a toda costa desviar la atención de los estudiantes desde los objetivos de fondo del proceso educativo hacia juegos cibernéticos, que terminarán por hacerles perder el interés en el aprendizaje de lo que realmente necesitan aprender. Las herramientas tecnológicas son recursos para estimular el aprendizaje, pero no son las estrellas de este proceso
La Metodología PACIE refuerza el rol de los docentes, pero como motivadores y discretos conductores del autoaprendizaje (guiado) que deberán realizar los estudiantes. Y quizá eso sea lo más relevante; si los docentes consiguen que los estudiantes aprendan a seguir aprendiendo por su propia cuenta en el futuro, cuando ya no estén en el Aula Virtual sino en la vida real, ejerciendo la actividad para la que se hayan preparado, e influyendo con ella positivamente en la sociedad, habrán cumplido realmente con su responsabilidad